El «Bordillo de Shakira» en Barranquilla: Una Manifestación de Estupidez Colectiva
La reciente transformación de un simple bordillo en Barranquilla en una atracción turística, tras la visita de la cantante Shakira, ha generado debates sobre la racionalidad de este fenómeno. La instalación de una placa conmemorativa en el lugar y la afluencia masiva de visitantes han sido señaladas por algunos como una muestra de estupidez colectiva.
Surgimiento del «Bordillo de Shakira»
Durante el Carnaval de Barranquilla, Shakira compartió una fotografía en sus redes sociales sentada en el bordillo de una casa en el barrio Boston. Este gesto sencillo convirtió al lugar en un punto de interés inmediato, atrayendo a numerosos seguidores que buscaban replicar la imagen de la artista. La propietaria de la casa, ubicada en la calle 63 #45-64, instaló una placa que señala:
«Shakira Mebarack. Icono importante de Colombia a nivel mundial. Que disfrutó el día de la Guacherna (22 de febrero de 2025). Aquí en el bordillo donde se sentó para sentirse más barranquillera y demostrarle al mundo con su humildad y su amor para el carnaval de Barranquilla ‘Quien lo vive es quien lo goza’ por eso hemos denominado el bordillo de Shakira.»
Esta acción ha sido objeto de críticas debido a errores ortográficos en la placa, lo que ha incrementado la polémica en torno al fenómeno.
Estupidez Colectiva: Una Perspectiva Crítica
La rápida conversión de un bordillo en una atracción turística ha llevado a algunos a cuestionar la racionalidad detrás de este comportamiento colectivo. En redes sociales, algunos usuarios han calificado este fenómeno como «estupidez colectiva».
La teoría de la estupidez de Dietrich Bonhoeffer sugiere que la estupidez no es meramente una falta de inteligencia, sino una condición social que puede propagarse en masa, llevando a comportamientos irracionales.
Conclusión
El «Bordillo de Shakira» ejemplifica cómo la idolatría hacia las celebridades puede llevar a comportamientos que, desde una perspectiva crítica, pueden considerarse como una manifestación de estupidez colectiva. Este fenómeno invita a reflexionar sobre la influencia de las figuras públicas en la sociedad y cómo acciones aparentemente triviales pueden desencadenar respuestas masivas que desafían la racionalidad.